Los mexicanoamericanos tienen casi el doble de riesgo de ser admitidos a residencias de ancianos con úlceras por presión comparado con los caucásicos.
“Las úlceras de decúbito se clasifican como “Eventos que no ocurren nunca” por los Centros de servicios de Medicare y Medicaid porque son prevenibles usando cuidados básicos de enfermería. Los mexicanoamericanos tienen casi el doble de riesgo de ser admitidos a residencias de ancianos con úlceras por presión comparado con los caucásicos. Los residentes de hogares de ancianos que tienen una concentración mayor de residentes hispanos tienen más probabilidades de tener úlceras por presión. Independientemente de la raza, los hospitales y residencias de ancianos deben pagar por sus errores y los perjudicados deben recibir atención” …Greg Vigna, MD, JD, Abogado especializado en negligencia médica.
Greg Vigna, MD, JD, abogado experto en cuidado de heridas y abuso de mayores, declara: “Los mexicanoamericanos que son ingresados en residencias de ancianos tienen casi 2 veces más probabilidades de presentar úlceras por presión comparado con las personas caucásicas. Las disparidades en la atención en los hospitales y residencias de ancianos para los pacientes vulnerables económicamente es una causa conocida de úlceras de presión. Las disparidades en la atención no se pueden tolerar, y el tratamiento de las personas perjudicadas no se debe retrasar por razones de desventaja económica.”
“Las úlceras por presión, llamadas también úlceras de decúbito, conllevan un aumento cinco veces superior de la mortalidad.” — Greg Vigna, MD, JD
El Dr. Vigna añade: “Las úlceras por presión, llamadas también úlceras de decúbito, conllevan un aumento cinco veces superior de la mortalidad. Debido a mi experiencia manejando úlceras de decúbito de grado IV, la demora en el manejo adecuado es la norma, ya que las residencias de ancianos usan casi exclusivamente enfermeras contratadas para el cuidado de heridas que tratan de manejar estas heridas internamente para ahorrar dinero. Los pacientes recientemente diagnosticados con úlceras de decúbito deben tener la oportunidad de recibir atención más avanzada inmediatamente. Las enfermeras para la atención interna de heridas no son la respuesta, y de hecho es un problema, ya que a menudo demoran la intervención necesaria que podría incluir:
- referir inmediatamente a un hospital para el cuidado de las heridas
- Camas Clinitron para un alivio completo de la presión
- Apoyo nutricional agresivo para la malnutrición
- Desbridamiento quirúrgico del tejido muerto
- Manejo con antibióticos intravenosos para las infecciones de los huesos y tejidos blandos.”
El Dr. Vigna concluye: “Las residencias de ancianos y los hospitales deben rendir cuentas por las complicaciones que causan. Las úlceras de decúbito son prevenibles y no deberían ocurrir nunca si los hospitales y residencias de ancianos hacen su trabajo de capacitar a sus enfermeras y asistentes médicos y contratar personal en sus centros a niveles seguros. Lamentablemente, los hospitales y residencias de ancianos continúan reduciendo gastos para maximizar sus ganancias y se han convertido cada vez más en fábricas de úlceras de decúbito. Responsabilizar a los hospitales y residencias de ancianos es nuestro propósito, pero ver que a nuestros clientes se les dé la oportunidad de recibir atención de médicos y hospitales que sean más capaces de atenderlos es nuestro llamado.”
Greg Vigna, MD, JD, es un médico certificado por el Consejo Médico en medicina física y rehabilitación, abogado nacional especializado en negligencia médica, y está disponible para consultas legales por parte de las familias y pacientes que han sufrido úlceras de decúbito por culpa de una mala atención de enfermería. “Soy consciente del costo de la atención que se necesita, conozco el sufrimiento causado a las personas perjudicadas y tengo el equipo legal para buscar justicia.”
El Dr. Vigna es un abogado de California y Washington DC especializado en daños catastróficos, incluidos entre otros las lesiones de médula espinal, lesiones cerebrales traumáticas, lesiones del parto, lesiones neurológicas causadas por la malla vaginal y abuso de mayores, incluidas las úlceras de decúbito en hospitales y residencias de ancianos.
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